Las evaluaciones internacionales como PISA ayudan a fomentar unclima de transparencia que puede ayudar a mejorar la calidad, equidad y eficiciencia de la educación. Estas evaluaciones no son más que una herramienta de aprendizaje que viene a enriquecer lo que nos aportan evaluaciones nacionales y regionales. La misión principal de estas evaluaciones no es otra que la de fomentar un diálogo constructivo y positivo sobre lo que es posible hacer o conseguir. PISA permite a los países aprender de las experiencias de otros que se enfrentan a retos similares. Las comparaciones internacionales pueden ser un poderoso instrumento para la reforma y la mejora, porque los sistemas de educación puden mirarse a sí mismos a la luz de los objetivos, prácticas y políticas puestos en marcha en otros países. Los sistemas con mejores resultados muestran lo que es posible conseguir en educación, en términos de calidad, equiedad y eficiencia, y pueden fomentar una mejor comprensión de cómo los diferentes sistemas educativos abordan problemas similares.

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