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La inscripción de la muerte en la estructura es la condición de surgimiento del sujeto del deseo. Desde la antigüedad hasta nuestros días, las variaciones de lo que rodea a la muerte y el duelo impacta de manera diferente en las subjetividades. En la modernidad se le dispensa al niño un lugar de privilegio para hacer usufructo de él como respuesta a lo real de la muerte. El trabajo enuncia algunas reflexiones sobre el duelo no elaborado en la madre y las consecuencias sobre la constitución subjetiva del niño, estableciendo una relación cercana entre la función materna, como perversión normal y el duelo patológico ligado al fetichismo como alternativa a la castración. La clínica con niños pequeños que presentan dificultades en su constitución subjetiva nos ha mostrado que en su historia genealógica vienen a ofrecerse como sustituto para sostener la subjetividad materna frente a un duelo no satisfecho.