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Desde su propia experiencia, y a partir de conversaciones con varias mujeres, la actriz Iria Pinheiro constata la violencia obstétrica como una de las formas más socialmente normalizadas de violencia contra las mujeres. Con la puesta en escena de Anatomía dunha serea (octubre del 2018), Pinheiro resignifica su propio cuerpo y el cuerpo colectivo femenino, para recuperar la actancia a través de la catarsis escénica, y desmontar los operativos patriarcales de construcción del cuerpo femenino como objeto pasivo para el placer y la reproducción. Con el objetivo de investigar esta potencialidad de una pieza de teatro para combatir la opresión patriarcal, una de las formas de dominación más naturalizadas e invisibilizadas que perpetúa relaciones de sometimiento en el cuerpo social, y desde una metodología enfocada en los estudios teatrales y performativos, hemos analizado este uso performativo del propio cuerpo y del teatro documental. Analizamos cuáles son las estrategias (hiperpresencia, distanciamiento, qué lugar ocupa el cuerpo, qué lugar el relato, cómo son las condiciones de producción de este montaje, cómo llega al público), y las potencialidades del teatro documento en el marco de la lucha feminista. La recepción y la repercusión en prensa de este espectáculo, a casi seis meses de su estreno, demuestran que el tema de la maternidad y el de la violencia obstétrica son de enorme interés para el público general. Este ha resultado un montaje teatral pionero en este ámbito. Concluimos que una cuestión como la capacidad de decidir sobre el propio cuerpo, la propia gestación y parto y la propia maternidad de las mujeres es una cuestión política de primer orden, y situarla en la arena pública a través del teatro se constata como un estrategia de emancipación

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