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En este ensayo se aborda el concepto de ética del cuidado y su importancia en la docencia como un atributo humano en la formación para la equidad de género. Dicho concepto surge de los estudios de Carol Gilligan, quién refuta los hallazgos sobre
el desarrollo moral de Lawrence Kohlberg por estar sesgados por las teorías que explican la moral de las mujeres desde el contexto patriarcal. La ética del cuidado pretende crear una ética en la que se reconozcan las formas distintas del desarrollo moral. De dichos trabajos, Nel Noddings retoma la ética del cuidado para señalar el cuidado como un atributo y necesidad humana que se aprende a partir de las relaciones que establecemos con los demás. El primer entorno en el que aprendemos sobre el cuidado es el hogar, empero, la escuela y los docentes tienen un papel trascendental para el desarrollo del ideal ético en el que las personas, sin distinción de género, aprenden a cuidarse a sí mismos y cuidan de los otros. Por ello, la relación con el docente y las acciones de cuidado que éste lleva a cabo hacia los alumnos son indispensables para establecer vínculos
y aprender sobre la equidad en el cuidado. RLEE